viernes, 18 de septiembre de 2009

LADRONES DE CARIDAD

HACE unos días me encontraba comiendo con mi familia en casa de una querida amiga, cuando de repente llegó a tocar la puerta un joven que decía tener una emergencia: su padre estaba teniendo una crisis y necesitaba urgentemente dinero y un teléfono celular. Mi amiga salió a atender al joven y los demás solo lo vimos a través de la ventana. El asunto es que mi amiga siempre ha tenido un gran corazón, le gusta ayudar y no repara en gastos ni incomodidades para hacerlo con todos, con cualquier persona. Creo que es una actitud digna de imitar. Sin embargo esta vez todos sufrimos un revés: el chico, que se veía muy decente, vestido con buenas ropas, guapo de rostro, presentando buenos modales y facilidad de palabra, resultó ser un ladrón; y huyó con dinero y teléfono, dejándonos a todos con un amargo sabor de boca y con el mal pensamiento de “¿Por qué le ayudamos?”
¿A dónde vamos a llegar, si las personas con buenas intenciones sufren de este tipo de atracos y decrecen sus ganas de servir y de ayudar a los demás?
Me da pena ver a mi amiga cuestionándose si hizo bien en tratar de ayudar a alguien en apuros. Me da coraje imaginar al ladrón mofándose de los buenos sentimiento de mi amiga, que lo ayudaron a hacerse con dinero y articulo robado, y planeando además nuevos hurtos descarados.
Me da tristeza darme cuenta que además de las cosas materiales, los amantes de lo ajeno nos roban las intenciones, la solidaridad, la caridad, la seguridad, la lealtad y la compasión que debemos sentir por los demás, canjeándolos por un sentimiento de desconfianza que altera y ensucia nuestro corazón y nuestra alma.

4 comentarios:

Angelo dijo...

Me ha gustadomucho el título del post. Me viene a la mente una vez que mi padre dió un donativo a un mendigo que conocíamos que iba a gastarse el dinero en el bar. Le insinué que porque se lo daba si lo iba a utilizar mal. Me contestó: Mira hijo, aquí lo que importa es hacer el bien, la acción de dar, cada uno sabrá como tiene que responder. Yo miro ala persona que pide y mi accion buena está hecha. No reparo en más. No cambia nada saber lo que ha hecho. Me hizo pensar. Pues de la historia de tu amiga, me quedo con la acción de hacer el bien. Tendrá su recompensa en el cielo, aunque aquí le haya costado cara. Un saludo. Unidos en el rosario de hoy por los blogueros

Apuntes de Futbol dijo...

Vaya que si.... completamente de acuerdo contigo, pero yo aconsejaria a tu amiga seguir siendo igual, aun que existan estos ladrones, un dia le hará a alguien la vida... ella no cambiará el mundo pero que no permita que el mundo la cambie a ella... por cierto tambien soy lector de orsai, es un genio escribiendo :)

AleMamá dijo...

Concuerdo con Ángel: son ladrones de lo más noble que tiene el ser humano.
Acá también han pasado casos espantosos por la burla al buen samaritano que todos llevamos y que nos van matando.

Hilda dijo...

Es muy triste e indignante Tere. Recuerdo ahora las famosas llamadas de encuestas y mil cosas, cuya finalidad es obtener información para despues extorsionarte. Recuerdo cuando antes contestabas una encuesta porque sabías que alguien dependía de hacerla para trabajar, ahora ellos ya no pueden realizar su trabajo porque alguien utiliza ese pretexto para cometer un delito.

Es horrible vivir en un mundo donde lo malo está disfrazado de algo bueno. Horrible vivir en un mundo donde ya no puedes hacer el bien sin pagar un muy alto precio.

Como si no hubiese suficiente mal en el mundo, ahora se quiere acabar con lo mejor que tiene el ser humano: su capacidad de ayudar a los demás.

Pero no nos queda otro remedio: hacer verdaderas obras de caridad, la cual incluye fijarnos a quien le damos y no ser tan confiados. "Creer en Dios pero cerrar bien nuestro auto".

Saludos afectuosos. Hilda