lunes, 14 de marzo de 2011

MÁS CLARO, NI EL AGUA

 «¿No saben cuál es el ayuno que me agrada?: romper las cadenas injustas, desatar las amarras de los opresores, dejar libres a los oprimidos y quebrantar todo yugo; compartirás tu pan con el hambriento, los pobres sin techo entrarán a tu casa, vestirás al que veas desnudo y no volverás tu rostro ante el hermano»
(Is 58,6-7).






A esta palabra, que es del Señor, no queda nada que agregarle; nada que comentar, aclarar o ejemplificar. A veces le buscamos demasiadas explicaciones a lo que está más claro que el agua y nosotros solitos nos hacemos bolas.
Hasta mañana, a esperar lo que nos traiga el dia.
  
El ayuno nos ayuda a tomar conciencia de la situación en la que viven muchos de nuestros hermanos (...).Al escoger libremente privarnos de algo para ayudar a los demás, demostramos concretamente que el prójimo que pasa dificultades no nos es extraño. 
Benedicto XVI

4 comentarios:

Angelo dijo...

Hoy he leido como alguien nos llamaba tontos por ayunar cuando hay abundancia de comida. Se nota que no sabe que muchos no tienen lo necesario... mejor dicho, a ver si se quita la venda que se ha puesto.Y se dá cuenta de que además de comida también necesitan solidaridad, traducida en amor.

Marta Salazar dijo...

excelente, gracias Tere!

Unknown dijo...

Bueno Angelo, a mí ya no me extraña nada que algunos nos llamen tontos o locos. Pero eso no vamos a poder cambiarlo -creo yo-. Son personas que no entienden que uno pueda hacer tal o cual cosa como el ayuno. Y además, menos lo entienden si después nos ven contentos en lugar de andar de cara larga.
Supongo que es algo con lo que tendremos que vivir, y esperar que el testimonio, poco o mucho que podamos hacer, sirva algún dia para hacer entender a los que no comprenden.

Unknown dijo...

Gracias a ti Marta.