sábado, 22 de mayo de 2010

INVOCACIÓN AL ESPIRITU SANTO



Ven Espíritu Divino,
manda Tu luz desde el cielo.

Padre amoroso del pobre;
don en tus dones espléndido,
luz que penetras las almas.
fuente del mayor consuelo.

Ven dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado
cuando no envías tu aliento.

Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas,
infunde calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones
según la fe de tus siervos.
Por tu bondad y tu gracia
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno. Amén.


Encuentro.
P. Ignacio Larrañaga

2 comentarios:

alter-ego dijo...

Hemos sido educados para vivir del espíritu,para elevarnos encima de la materia,para domar y mortificar la carne.Amen.

Unknown dijo...

Y con la ayuda del Santo Espíritu, perseveraremos en ello querido amigo.